He dejado los videojuegos

Mi época como jugador de videojuegos ya ha pasado y los videojuegos han dejado de llamarme la atención casi por completo. Para mí, ya no son divertidos, así que prefiero guardar mis recuerdos positivos y dedicar mi tiempo a las cosas que considero más importantes en mi vida.

Últimamente tengo la sensación de que están diseñados para que los jugadores pasemos una gran cantidad de horas frente a la pantalla, lo cual puede afectar negativamente otros aspectos de nuestras vidas. Simplemente es mejor dedicar ese tiempo a leer, hacer ejercicio o caminar por la calle.

La pantalla dividida y el multijugador local fueron las formas de jugar que más disfruté en mi vida. Sin embargo, más allá de los videojuegos, lo que realmente disfrutaba era el aspecto social que ofrecían. Hoy en día, parece que tienes que estar en línea todo el tiempo, lo cual te conecta con más personas que probablemente nunca conocerás, pero te desconecta de tu propia realidad.

Tomarse los videojuegos enserio puede ser perjudicial para aquellos que solo buscamos entretenimiento en ellos. Su nivel de inmersión puede llevarnos a pensar en términos de problemas de la vida real, hasta el punto de hacernos olvidar que no estamos jugando. Sin embargo, para cada problema real, existe una solución, y la vida suele ser más compleja que los desafíos presentados para resolverse con un control.

Ahora sé que obsesionarme con un videojuego no tiene sentido. Debo asegurarme de realizar actividades que pre proporcionen satisfacción personal a largo playo y no enfocarme en algo tan trivial como el entretenimiento vacío de las pantallas. A veces desearía tener todo el tiempo de vuelta que considero haber perdido jugando videojuegos.