¿Por qué utilizo Debian?

Recientemente ha sido lanzada una nueva versión de Debian, debido a esto, he decidido escribir esta publicación.

Comencé a usar computadoras en el año 2004. En mi primera clase de informática, me llevaron a una sala de cómputo donde aprendí a encender y apagar un equipo, así como a dibujar en Microsoft paint para familiarizarme con los punteros.

Con el tiempo, me enseñaron mecanografía, a utilizar Microsoft Word, Microsoft Excel, Internet Explorer y una variedad de programas y aplicaciones informáticas que, sin darme cuenta, me estaban preparando para el entorno laboral.

En el año 2009, mis padres nos regalaron a mi hermana y a mí nuestro primer computador. A diferencia de mi hermana, a mí me gusta pasar más tiempo pegado a la pantalla, por lo que fui quien más utilizó aquel portátil.

Las cosas no son perfectas y, en ocasiones, se rompen, lo que implica tener que repararlas. Cada vez que mi computador se averiaba, me veía obligado a esperar hasta que mi madre tuviera los recursos necesarios para pagar a alguien que la arreglara.

Fue en ese entonces cuando mi madre me dio una de las lecciones más importantes de mi vida al decirme: “Aprende para que puedas arreglarlo tú mismo la próxima vez que se dañe”. A partir de ese momento, cada vez que mi computador se rompía, me aseguraba de prestar atención mientras lo reparaban, con el objetivo de aprender cómo solucionar los problemas por mí mismo en el futuro.

Una vez, en 2011, infecté mi computador con un virus. Después de buscar en Internet, descubrí que el antivirus por sí solo no podía solucionarlo, que tenía que seguir un proceso bastante diferente.

Sin tener en cuenta otra opción decidí intentarlo por mí mismo. Descargué una ISO modificada de Ubuntu desde una fuente completamente desconocida, con la intención de ejecutar un script que no entendía, con la esperanza de que así mi computador se arreglara. Por suerte, todo funcionó según lo esperado.

Aquella ISO no solo incluía el script necesario para solucionar mi problema, sino que también estaba repleta de herramientas y utilidades para abordar una amplia gama de problemas comunes en Windows. Además, esa ISO podía ser instalada como un sistema operativo que, a diferencia de Windows, prácticamente no me generaba ningún inconveniente.

Con el tiempo, fui adquiriendo conocimientos e instale Ubuntu desde la ISO original. Sin embargo, no me terminó de gustar el entorno de escritorio Gnome, por que que opté por cambiar a Linux Mint, ya que me ofrecía una mayor familiaridad con Windows, que al fin y al cabo es el sistema operativo con el que dí mis primeros pasos en la informática. En algún momento dado, decidí probar Debian y desde entonces no he considerado usar otro sistema operativo.

Debo reconocer que existen distribuciones excelentes como Arch, BSD, Gentoo, LFS, etcétera, las cuales son geniales. Sin embargo, Debian es la distribución que se ajusta casi perfectamente a mis necesidades.

Debian es un sistema operativo de código abierto y libre, lo que significa que cualquier persona puede utilizarlo, modificarlo según sus necesidades y distribuirlo si así lo desea. Además, es gratuito.

Debian es una distribución de GNU/Linux ampliamente reconocida por su estabilidad. Esto implica que las versiones de software que utiliza no están siempre al día. Como todo en la vida, esto tiene ventajas y desventajas. Por ejemplo, sé que mi computador funcionará de la misma mantera desde el día en que la instalo hasta el día en que realizo una actualización. Esto me permite configurar mi sistema la primera vez que lo utilizo y concentrarme simplemente en las tareas que necesito realizar.

Por otro lado, esta característica de estabilidad no es compatible con las personas que actualizan sus dispositivos con frecuencia, ya que cada dispositivo requiere controladores para funcionar correctamente. Además, no es muy compatible con los amantes de los vídeo juegos, dado que estos también se actualizan con regularidad. Aunque Debian sea una distribución excelente para mi uso, esto no significa que sea adecuada para todo el mundo.

Debian es considerado más seguro que Windows debido a su naturaleza de software libre. Esto significa que cualquier persona con los conocimientos necesarios puede revisar el código y, si encuentra alguna falla, esta será corregida. Las actualizaciones frecuentes en Debian se enfocan principalmente en la seguridad.

Si bien es cierto que Debian puede considerarse “más difícil” de instalar en comparación con otras distribuciones de GNU/Linux, es importante destacar que esta tarea solo se realiza una vez. Es comprensible que enfrentarse a algo desconocido pueda generar una barrera de entrada, pero una vez superada la instalación inicial, los beneficios y la estabilidad que ofrece Debian compensan el esfuerzo inicial.

Recuerdo que al principio encontré dificultades al empezar a usar Ubuntu, ya que los programas que solía utilizar en Windows no estaban disponibles. Esto es algo esperado y comprensible, ya que las aplicaciones de Android no son las mismas que las de iOS, al igual que los programas de GNU/Linux difieren de los de Windows o MacOS. Cada plataforma tiene su propio conjunto de aplicaciones y programas diseñados específicamente para su entorno operativo.

Lo que es realmente difícil no es aprender a usar GNU/Linux, sino olvidar lo que sabes del sistema operativo del que provienes.

Debian es una distribución que ofrece software de alta calidad, es una distribución que puedes instalar y utilizar durante mucho tiempo.

Siempre hay problemas; sin embargo, los inconvenientes relacionados con GNU/Linux no suelen preocuparme. La naturaleza de este software es ser abierto y libre, lo que significa que cualquier problema puede ser solucionado si se poseen los conocimientos necesarios.

Por otro lado, en Windows o MacOS también existen problemas. Lo irónico que que para solucionarlos, aunque sepa cómo hacerlo, tendría que violar acuerdos legales basados en la jurisdicción de otro país en el cual no tengo derechos.

Siempre vale la pena mencionar que es importante leer los términos y condiciones, así como las políticas de privacidad de los productos informáticos que utilizamos.