La complejidad de Linux
Escrito:
Es innegable que el número de usuarios de Gnu/Linux en el sector de escritorio está aumentando, sin embargo, estos nuevos usuarios vienen con conocimientos y malos hábitos que pueden ser difíciles de dejar atrás.
Para ilustrar mi punto, consideremos la tarea de crear un documento para impresión. En Windows, por dar un ejemplo, un usuario probablemente utilizaría Microsoft Word para dar solución a esta tarea. En este caso, se preocupa principalmente por el contenido del documento, algunos parámetros y configuraciones, como el nombre del archivo, la autoría y poca cosa más.
Sin embargo, cuando se instala Ubuntu, Linux Mint, o alguna otra distribución popular entre novatos, el usuario puede encontrarse con LibreOffice Writer, que es visualmente similar a versiones anteriores de Microsoft Word, y aunque por un momento pueda olvidarse de todo el proceso de aprendizaje por el cual en algún momento de su vida tuvo que pasar, la realidad se hace latente cuando para sorpresa de nadie, ni Linux, ni sus paquetes funcionan de la misma forma que Windows y sus programas.
A parte de las filosofías de libertad de software provenientes de Gnu, las distintas distribuciones de Linux también están inspiradas en la filosofía de Unix, de está última, destaco dos principios:
- Haz una cosa y hazla bien. Y,
- Haz que tus programas trabajen juntos.
Inspirado en lo anterior, en lugar de un enfoque “simplificado”, como el que ofrece Microsoft Word, una solución más cercana a las costumbres de Gnu/Linux para la creación de documentos podría ser LaTeX. Que, a diferencia de lo que los usuarios esperan, con LaTeX el proceso incluye la utilización de editores de texto como Vim o Emacs, un compilador como pdflatex, y un visualizador de documentos como Zathura. Además, es posible que se necesiten algunos complementos o scripts que ayuden a automatizar partes del proceso. Todo esto claro, requiere configuraciones que deben realizarse de manera independiente, con una previa y cautelosa lectura de los manuales de usuario, además de algunos conocimientos de programación, y cómo no, el uso de la terminal… Eso sin mencionar palabra sobre configurar la impresora.
Además de esto, si bien, utilicé LaTeX como ejemplo para la creación de documentos, podría haber usado cualquier otro formato de texto, como Typst, Markdown o XML. Igualmente, hubiera podido recurrir a otros editores de texto, como Nano, Kate o VS Code, o a compiladores alternativos como Pandoc, Muto, o UnRTF. También existen otros visualizadores de documentos, como NFO Viewer, Beseda o Calibre. Y no se trata sólo de la creación de documentos: se pueden usar ejemplos similares para la creación de archivos gráficos, elementos web o cualquier otra tarea informática.
Ahora bien, cada cual es libre de usar el software que le plazca, ya sea una solución impuesta por una empresa, una solución que se promociona como alternativa, o un conjunto de paquetes de software bien engranados para su correcto funcionamiento.
Estas ideas requieren una mentalidad diferente a la que muchos usuarios provenientes de otros sistemas operativos pueden tener. Mientras que el enfoque de Gnu/Linux pone énfasis en la modularidad y el control, también exige una mayor disposición para aprender y adaptarse, lo cual es adecuado para quienes buscan un control más profundo sobre su computador.